Visita al Manzanares a su paso por El Pardo:

Río Manzanares a su paso por El Pardo.

El día diez de enero estuve a los pies de la Presa de Mingorubio, en el Pardo. El Río Manzanares a su entrada a Madrid comienza su recorrido embalsado por la Presa del Pardo, cuando debería mostrarse como el tramo medio de un curso carpetano. Es uno de los mayores tesoros naturales de Madrid, un cazadero real situado justo al Norte del núcleo urbano. Para visitarlo basta con media jornada, en el intercambiador de Moncloa se coge el autobús 601, en la Isla C, con bonometro o abono A, (o en Hospital la Paz el 602).

Ni a caballo, ni a motor, y fresno añoso junto al talud del cauce.

Esta visita esta planteada como un recorrido corto del tramo del Manzanares entre la presa del embalse de Mingorrubio y el Barrio del Pardo. Sus valores principales son los encinares sobre arena que presenta este parque periurbano, y su bosque de ribera con fresnos centenarios. Se puede observar el Monte del Pardo y su fauna grande (gamos, ciervos, jabalíes, etc.) con el telescopio desde la orilla opuesta. Mientras que el paseo junto al cauce nos permite percibirnos de la pequeña micromamíferos, invertebrados, aves y herpetofauna. La vegetación del cauce con los ejemplares de árboles centenarios monumentales, fresnos en su mayoría es uno de sus encantos junto a que la suerte haga que topemos con sus especies más singulares como el águila imperial ibérica o el buitre negro. Los grandes arboles del Pardo son espectaculares en invierno al estar sus cortezas se ven doradas por el liquen dorado (Xanthoria paretina).

Orilla del cauce del Manzanares en el El Pardo

Rastro caracteristico de depredación de Paloma torcaz posiblemente por azor.

La vista del Manzanares invernal antes de su entrada a Madrid, pero totalmente regulado por la presa de Mingorubio (Embalse del Pardo), sigue siendo preciosa, un cauce medio con bosque de galería, más o menos conservado, el fondo escénico hacía el oeste es estupendo y permite que ignoremos la presencia del barrio de el Pardo y del Embalse de Mingorrubio. Debido a las últimas lluvias los embalses estuvieron soltando agua, los últimos días tan soleados han llevado al cierre por lo que el caudal ha disminuido considerablemente. Y pude entretenerme en identificar rastros en las orillas del cauce.En nuestra visita invernal nada destacable salvo un gato híbrido de montes y doméstico y los muchos pajarillos como mosquiteros. Ciervos y gamos por doquier pero jabalíes no llegué a ver.Me olvidé de sacar alguna foto al grupo de grajillas que suele andar por aquí.

Un Chochín (Troglodytes troglodytes) entre las zarzas al borde del cauce.

Ciervas con crias en el Monte del Pardo vistas con el telescopio.

El gatazo, posible híbrido con gato montes, dado el tamaño, apariencia y coloración, pero con una cola muy fina. Su comportamiento era de animal silvestre, de esta forma la hibridación esta acabando con otro de los bellos carnívoros autóctonos de los montes ibéricos. Otra de las múltiples razones por las que los gatos domésticos solo deben vivir en casas, sino eliminación/adopción, la castración manteniendo colonias (que no existen, no son animales sociales, se ven forzados a sobrevivir así) no es ninguna solución. Castrarles es una buena medida pero sobre todo perseguir a los maltratadores que los tienen en "semilibertad" (falta total de cuidado y/o control) y a las personas que alimentan animales cimarrones, actividad ilícita por múltiples razones: salud, higiene, conservación de la naturaleza, educación, respeto a los derechos de los animales.

Gato híbrido en el Monte del Pardo, la hibridación con gatos cimarrones es la mayor amenaza para esta especie y sufre persecución directa con armas, trampas y venenos...